«A mis ochenta y nueve años y después de haber atravesado el infierno de punta a punta y conocerme todos sus recovecos, recuerdo los agujeros negros de mi vida con cierta serenidad. He perdonado, pero no olvidado, y sé que recrearme en los tiempos pasados
Artículos relacionados
Vista previa: AMANECE EN PARÍS
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.