KASPER, WALTER
Francisco no encaja en ningún modelo de política eclesial, ya sea liberal o conservador. En él se unen indisolublemente la continuidad con la gran tradición de la Iglesia, por un lado, y la renovación y las sorpresas siempre nuevas, por otro. Entre estas se cuenta el programa de una Iglesia pobre para los pobres, que a algunos les incomoda hasta el punto de alzar la voz contra él. Pero no es un programa liberal, sino un programa radical. Radical, porque brota de la raíz y representa una revolución de la ternura y el amor.