Acaso como ninguna otra ciudad del occidente europeo, Cádiz encarna el vínculo estrecho entre las grandes corrientes de la ilustración, elliberalismo y el romanticismo, bases de la mentalidad moderna. Mostrar el engarce modélico, aunque no exento de polémicas, que esos tresmovimientos consiguieron en el enclave atlántico, una verdadera ínsula en la España de su tiempo, es uno de los propósitos de estas páginasdonde Alberto González Troyano recorre las formas de sociabilidad, los debates políticos y la vida no sólo literaria de una ciudad volcadaen la creación de un nuevo paradigma ideológico. El siglo de plenitudde Cádiz, a caballo entre el XVIII y el XIX, nos muestra una épocaprimordial y efervescente, de enorme repercusión en los territoriosespañoles de ambos hemisferios. La milenaria ciudad andaluza fueejemplo de convivencia entre diferentes aspiraciones, nacionalidades y clases sociales, en unas circunstancias históricas verdaderamenteépicas.