ÇLas tr?adas son como los virus, malignas, ponzo?osas y mutables; se aprovechan de los dem?s en beneficio propio... Son las peores sanguijuelas.È Las han bautizado con multitud de nombres, pero las sociedades que nacieron para derrocar a los Qing y restaurar a los Ming han degenerado hasta convertirse en un c?ncer para la sociedad globalizada. Se han adaptado al medio para sacar el m?ximo partido de los negocios il?citos que ya lucraban a ciertos movimientos secretos desde los albores de la historia de China. Aunque los gobiernos se esfuerzan por descabezar esas redes criminales, estas organizaciones, como una enfermedad incurable, resurgen, mutan y se extienden por la geograf?a mundial con una aparente y preocupante impunidad... Parecen indestructibles.